El espacioplane de Sierra Space enfrenta una reinvención tras el cambio en el contrato de NASA.
Cuando Sierra Space ganó un contrato para entregar carga a la Estación Espacial Internacional hace casi una década, la empresa prometió un hito para el mercado espacial comercial: un espacioplane de uso rápido, reutilización y retorno de carga construido privadamente y capaz de aterrizar en pistas comerciales.
Ese sueño ha cambiado. En una modificación del contrato anunciada esta semana, NASA y Sierra Space acordaron eliminar la garantía de la agencia para comprar vuelos de carga a la ISS. En su lugar, el espacioplane Dream Chaser debutará en un vuelo de demostración libre en 2026, y no atracará con la estación.
NASA dijo que proporcionará “apoyo mínimo” para esa prueba, y solo después decidirá si ordenará misiones de reabastecimiento a la ISS.
El cambio de contrato es un golpe para el programa Dream Chaser. Normalmente, tales programas dependen en gran medida, si no completamente, del apoyo gubernamental, ya que los costos de desarrollo inicial para una nave espacial tripulada o de carga son tan altos que los clientes comerciales rara vez pueden proporcionar suficiente demanda para cerrar el caso de negocio.
Por ejemplo, SpaceX recibió miles de millones de dólares de NASA a través de los programas Commercial Orbital Transportation Services y Commercial Crew para desarrollar su cápsula Dragon y el cohete Falcon 9.
Por lo tanto, este cambio también significa que Dream Chaser necesitará una gran reimagen. La misión siempre fue reabastecer la ISS bajo el programa Commercial Resupply Services de NASA, junto con la cápsula Dragon de SpaceX y la nave Cygnus de Northrop Grumman. Estos contratos tienen un techo combinado de $14 mil millones entre los tres proveedores; NASA ha comprometido aproximadamente $1.43 mil millones con Sierra Space hasta ahora, pero ahora ese compromiso puede no ir más allá.
Con esa garantía de ingresos desaparecida, Sierra Space ahora enfrenta el desafío de repositionarse como una plataforma de uso dual útil para estaciones espaciales comerciales o clientes de defensa.
Los ejecutivos de la empresa están presionando fuerte en el ángulo de defensa, según un comunicado de prensa emitido el jueves. Su presidente Fatih Ozmen dijo que la transición permitirá a Sierra proporcionar “capacidades únicas para satisfacer perfiles de misión diversos, incluyendo amenazas emergentes y existenciales y prioridades de seguridad nacional que se alinean con nuestra aceleración en el mercado de Defensa Tech”.
Los giros a mitad del programa son relativamente raros en la industria aeroespacial, pero se han vuelto más comunes a medida que las startups espaciales se enfrentan a prioridades gubernamentales cambiantes y la necesidad de probar mercados comerciales antes de que existan. Históricamente, los sistemas aeroespaciales se diseñaron alrededor de perfiles de misión altamente específicos, pero Sierra argumenta que la reutilización y la capacidad de aterrizaje de Dream Chaser lo hacen flexible.
El vuelo de demostración libre podría ayudar a Sierra a mostrar la flexibilidad de Dream Chaser — podría alojar diferentes cargas y demostrar otras capacidades, sin tener que atracar con la ISS.
El tiempo se está agotando. La ISS está programada para desorbitarse alrededor de 2030, lo que deja a Dream Chaser solo unos pocos años para demostrar la entrega de carga en órbita. Pero si Dream Chaser puede demostrarlo, puede establecerse crediblemente para servir a múltiples clientes y abrirse un nicho valioso como el único espacioplane con alas en el mercado.
