La próxima misión de Starship probará mucho más que el hardware.
Image Credits:SpaceX (opens in a new window)
SpaceX está preparándose para lanzar su cohete Starship desde el sur de Texas, una prueba que le da a la empresa la oportunidad de revertir unos meses difíciles de accidentes en tierra y en el aire.
El último vuelo de prueba de Starship fue hace casi tres meses, y marcó un hito: el primer reutilización de un booster Super Heavy. Pero esa misión terminó con la etapa superior, también llamada Starship, o Ship, desintegrándose durante la reentrada, y el booster explotando sobre el Golfo durante la fase de aterrizaje de la misión.
Unas semanas después, la Ship programada para el vuelo 10 explosion en tierra durante una campaña de prueba estática, destruyendo una plataforma de prueba y obligando a SpaceX a cambiar la etapa superior para esta próxima misión. La Administración Federal de Aviación ha cerrado sus investigaciones sobre el accidente del vuelo 9, allanando el camino para este próximo intento.
Estas pérdidas consecutivas han elevado las apuestas y han convertido este próximo vuelo en su propio tipo de prueba: ¿puede SpaceX integrar las lecciones aprendidas y lograr nuevos éxitos?
El enfoque de la empresa, conocido como ‘construir-volar-reparar-repetir,’ ha proporcionado un tesoro de datos valiosos en cada vuelo de prueba. Pero la pérdida continua de “Ship” durante el vuelo ha planteado preguntas sobre cuándo el megacohete estará listo para transportar cargas para clientes comerciales y NASA.
A pesar de los contratiempos, SpaceX ha hecho un progreso notable en la Starship de acero inoxidable desde el primer vuelo en abril de 2023. Recientemente, la empresa hizo historia en mayo al reutilizar un booster por primera vez, demostrando que la reutilización rápida es posible. Pero el retorno de la etapa superior, y aún más, el aterrizaje para su reutilización, como es el objetivo final, parece estar aún lejos.
Las apuestas financieras se han vuelto cada vez más públicas. En una presentación ante los reguladores de Texas en enero, SpaceX dijo que ya había invertido “más de 7.5 mil millones” en Starbase y el programa Starship. Más recientemente, SpaceX le dijo al gobernador de Florida que planea gastar otros $1.8 mil millones para establecer plataformas de Starship en el Centro Espacial Kennedy y la Base de la Fuerza Espacial de Cabo Canaveral.
NASA también confía en el éxito de Starship.
SpaceX tiene dos contratos por $4 mil millones para desarrollar una versión de Starship conocida como el Sistema de Aterrizaje Humano para devolver astronautas a la Luna bajo el programa Artemis de la agencia espacial. Esa misión, Artemis III, está actualmente programada para mediados de 2027. Para cumplir con esa fecha y dar a NASA la confianza de que Starship es seguro para los humanos, SpaceX debe demostrar una serie de hitos difíciles más allá del simple lanzamiento y la reentrada. Estos incluyen perfeccionar el escudo térmico reutilizable de Ship, demostrar el traspaso de propelente criogénico en órbita baja terrestre y aterrizar Starship en la Luna. Cualquiera de estos es histórico, y SpaceX debe completarlos todos.
Mientras tanto, Bloomberg informó recientemente que SpaceX reasignó a decenas de ingenieros de su programa Falcon 9 a Starship para avanzar en la resolución de los problemas de los grandes cohetes.
La importancia de Starship para los planes a largo plazo de la empresa no puede subestimarse. Más allá de llevar eventualmente carga y humanos a Marte, el ambicioso objetivo a largo plazo de Elon Musk, CEO de SpaceX, SpaceX también depende de que Starship esté en línea para lanzar versiones más grandes y de mayor capacidad de sus satélites Starlink de internet a un ritmo más rápido. A medida que ese servicio pasa los seis millones de clientes globales, SpaceX está buscando actualizar la constelación rápidamente y generar más ingresos para financiar sus ambiciones multiplanetarias.
Starship es el cohete más grande y poderoso jamás construido, con casi 400 pies de altura, 33 motores Raptor de metano en el booster y seis en Ship. Al despegue, la Starship integrada produce aproximadamente 16.5 millones de libras de empuje.
Para este vuelo, SpaceX planea un splashdown controlado para Super Heavy en el Golfo de México y un splashdown en el Océano Índico para Ship.
Esto será el cuarto vuelo de prueba del año. El despegue está programado para el 24 de agosto con una ventana de lanzamiento de una hora que se abre a las 7:30 PM EDT. SpaceX transmitirá en vivo el lanzamiento en X.
